En agosto celebramos nuestro aniversario, pero este año por diversas circunstancias tuvimos que postergarlo un par de meses.  El tiempo avanzaba y cada vez se complicaba más la posibilidad de celebrar nuestro cumpleaños, pero finalmente se alinearon los planetas, los chacras y los tiempos.

En un día de actividades y celebración, viendo a los hermanos Mario por el patio de colegio, compartiendo con muchos personajes de esos que se escaparon de su cuento y terminaron junto a un ogro verde y simpaticón.

Un aniversario direccionado a la actividad deportiva, donde chicos y grandes destacaron sus habilidades y pudieron otorgar puntos a sus respectivas alianzas.

Un día feliz, cortito y celebrado, donde las estrellas, como siempre, fueron los estudiantes.